¿Qué son los desencadenantes emocionales y cómo retrasan tu crecimiento personal?

Una de las formas más poderosas de alinearnos con nuestro verdadero propósito es identificar y liberar nuestros detonadores emocionales que nos alejan y desvían de nuestros verdaderos objetivos.

 

¿Qué es un desencadenante emocional?

Un desencadenante emocional es esencialmente una respuesta emocional fuerte, a menudo negativa, que provocan una reacción emocional intensa y excesiva dentro de nosotros y que pueden ocurrir en cualquier lugar, en cualquier momento, y puede ser activado por cualquier motivo; éste desencadenante es único para cada individuo y sus circunstancias.

El desafío es que posiblemente te identifiques tanto con tus desencadenantes emocionales que no les prestes atención o incluso te aferres con rectitud a ellos, aunque te impidan avanzar, los tienes asumidos como algo natural en ti.

Los factores desencadenantes emocionales pueden evitar que seas productivo y hagas el trabajo que debes hacer en el mundo, es decir, tu propósito (tu Leyenda Personal).

Cuando trabajas para lograr algún propósito trazado, los factores desencadenantes emocionales surgen inevitablemente, la oportunidad es que los detectes, los atrapes y los dejes ir y enfocarte en tu misión.

Sufrimos estos desencadenantes emocionales principalmente por tres motivos:

Traumas: Nos desencadenamos cuando oímos, vemos, olemos, recordamos, etc. alguna situación traumática que nos haya ocurrido anteriormente y nuestra reacción suele ser miedo extremo, pánico y en algunas ocasiones enojo.

Preservación del Ego: Todos tenemos un ego y su objetivo principal es protegernos mediante el desarrollo de mecanismos elaborados de “autoprotección”, en forma de creencias, ideales, deseos, hábitos y adicciones, para evitar que enfrentemos lo que más tememos, cuando se desencadena el ego somos propensos a discutir, insultar, sabotear y en ocasiones extremas dañar a personas que representan una amenaza para la supervivencia de nuestro ego.

Creencias y Valores Opuestos: Cuando estamos aferrados a un creencia determinada encontramos difícil tolerar otras creencias opuestas, porque esas creencias nos dan sensación de seguridad y comodidad y cuando son desafiadas, desde un punto de vista psicológicos, sentimos que nuestra vida se pone en peligro. En este sentido nos disparamos porque las demás personas no están de acuerdo o desafían nuestros valores y cuestionan la verdad de aquello que apreciamos como cierto.

Por eso lo importante es saber ¿Cómo aparecen estos disparadores insidiosos, cómo identificarlos y liberarlos para continuar con tu verdadero camino y propósito?

¿Cómo podemos saber cuándo están detonando los desencadenantes emocionales?

Hay algunas experiencias físicas y emocionales que podrías tener en cuenta y que pueden ser:

 

  • Temblores
  • Palpitaciones/Corazón acelerado
  • Sensación de ahogo o dificultad para respirar / deglutir
  • Sofocos
  • Escalofríos
  • Mareos o desmayos
  • Náuseas
  • Dolor o malestar en el pecho
  • Sensación de desapego / irrealidad (conocida como disociación)
  • Sudoración

Momentos después de estas sensaciones vienen las emociones emociones desencadenantes más comunes que puedes haber experimentado en algún momento de tu trayectoria personal:

Perfeccionismo (esperando estar “listo”y retrasando el momento o la situación perfectos)
Ira (hacia alguien o a algo)
Actitud defensiva (aferrándote a tu opinión o reaccionando a la experiencia de otra persona)
Frustración
Agobio
Confusión
Culpa
Procrastinación (perdiendo el tiempo, retrasando el empezar o hacer tu trabajo)
Distracción
Escabullirse

Todos los desencadenantes emocionales anteriores te mantendrán repitiendo patrones una y otra vez si no los sanas. Esto puede parecer de sentido común, pero a menudo las personas no hacen lo necesario para sanar estos factores desencadenantes. La curación, en este sentido, simplemente significa ganar conciencia y adoptar una mente estable que te ayuda a crear una acción y valor consistentes.

¿Qué hacer una vez que has sido detonado emocionalmente?

  • Quita tu atención de la persona y situación que lo ha provocado y concéntrate en tu respiración. La respiración es una excelente forma de relajarte. Céntrate en tu respiración y exhalación cada vez que vuelva a ti el detonador emocional.
  • Tómate un descanso. Si estás hablando con alguien y eres detonado emocionalmente, discúlpate por ese momento y di que necesitas ir al baño o a otro lugar. Regresa cuando te sientas más tranquilo.
  • Encuentra el humor en la situación, sin menospreciar ni burlarte de nadie, trata de ver la situación desde otro punto de vista que te haga sonreír.
  • Pregúntate por qué se está disparando el detonador emocional. Sé curioso y pregúntate por qué te sientes trise, enojado, ansioso, etc. Comprenderlo te ayudará a recuperar la sensación de calma y control.

 

5 pasos para soltar los desencadenantes emocionales:

A continuación hay cinco pasos para identificar y liberar desencadenantes emocionales para que puedas conectarte mejor con tu propósito:

Creer: Primero debes creer que el proceso de sanación vale la pena. Debes creer que si abandonas el detonador emocional, puedes obtener lo que deseas. Si crees que estás en lo correcto acerca de los factores desencadenantes o que vas a obtener amor o atención de ellos, esto evitará que creas y que  cambies. Es vital primero creer que liberar ese detonador en realidad te moverá hacia tu verdadera visión y propósito.

Define y Asume: Mira la lista de desencadenantes emocionales anteriores y piensa en un área de tu vida en la que estés emocionalmente cargado o tengas un colapso de alguna manera. Quizás es un lugar del que no estás tan orgulloso de cómo estás reaccionando. ¿Puedes ver en qué punto eres responsable del “drama” de esta reacción? Cuando eres víctima del drama de un desencadenante emocional, es fácil desear que alguien más se encargue de él y solucione el problema, pero no puedes subcontratar a otra persona para lograr tus propósitos. Define el detonante y asume tu responsabilidad.

Liberar el juicio: Si te encuentras a ti mismo juzgándote o a los demás sobre un área de tu vida definida, decide reemplazar el juicio por la curiosidad acerca del desencadenante emocional por sí mismo. Si crees que estás equivocado por sentir el detonador o que algo fuera de ti está funcionando mal y lo ha creado, podrías perder la oportunidad de aprender y de crecer en ese aspecto.

Centrarse en el crecimiento: El desencadenante emocional es donde tu vida está tratando de crecer. Puedes usar tu respuesta como una brújula para el crecimiento que el espíritu humano atrae innatamente. ¡El desencadenante emocional te está dando una oportunidad de ver lo increíble que quiere pasar en tu vida!

Liberar y recibir: Deja ir ese sentimiento que te estanca y concéntrate en tu visión. Soltar ese temor o detonador emocional te da el control para inclinarte hacia el crecimiento. Sigue acostumbrándote a la creencia de que cuando sueltas ese desencadenante, te alineas con tu propósito. Pregúntate a ti mismo qué tendrías que dejar ir para que no experimentes este disparador de nuevo. Entonces renuncia a eso, déjalo ir y permítete recibir lo que sigue para ti.

Siempre habrá un sacrificio en el camino del propósito. Aprende a sacrificar los pensamientos que te mantienen estancado, lo que te impide avanzar y retrasa tu verdadero propósito. Convertirte en un maestro para identificar y liberar rápidamente los factores desencadenantes emocionales es una de las habilidades más importantes que puedes cultivar en tu camino para crear un propósito verdadero y significativo en todo lo que haces.

Libera los factores desencadenantes emocionales que te están alejando de tu verdadero potencial y de tu propósito. Tan pronto como lo hagas, obtendrás más de lo que realmente deseas.

 

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