Cuando un miembro de nuestra familia, una persona que amamos nos dice algo que nos hiere, duele mucho más que cuando nos lo dice un extraño, es una herida que se queda enquistada en nosotros, esta experiencia nos la muestra de una manera clara el autor Joe Vitale en su libro “En el Cero”. Él cuenta cómo realizó su gran sueño de hacer música invirtiendo mucho tiempo, dinero y esfuerzo en la consecución de ese deseo. Todos sus esfuerzos dieron sus frutos cuando sus álbumes de música fueron bien recibidos por la crítica e incluso algunas de sus canciones fueron tenidas en cuenta para la banda sonora de una película.
Hasta que un día recibió una crítica de un familiar muy cercano que le dijo que no pillaba su música y que quería ser honesto con él y le aconsejó que mejor se dedicara a seguir escribiendo y dejara la música, “No soy fan tuyo”, le dijo. Su familiar no era músico, pensaba, si fuera un gran músico tendría motivos para criticarlo pero no lo era, simplemente se había sentido obligado a darle ese consejo y lo había juzgado como si fuera un experto.
Esta crítica o consejo no solicitado, dejó devastado, confundido y afectado al autor, con este sufrimiento pudo percibir que su familiar en realidad había accionado un interruptor en él y lo había dejado encendido molestándolo durante varias semanas.
Para el Dr. Hew Len, no es la persona la que nos hiere, es en realidad lo negativo que tenemos de esa persona dentro de nosotros. Si sentimos ira, prejuicios, resentimientos, etc., estamos atascados, lejos de nosotros mismos y tenemos que volver al cero, borrar esos programas.
En realidad esa crítica de ese familiar no es el problema, es el programa de datos que compartimos con esa persona y nuestro objetivo debe ser borrar ese programa de forma que nos pueda dejar libres y cuando lleguemos a ese punto, no nos importará lo que nos haya dicho nuestro familiar y lo más probable es que la próxima vez que te vuelva a hacer ese tipo de crítica ya no te importe.
Lo que no nos gusta de otras personas es frecuentemente, lo que poseemos inconscientemente y no nos gusta de nosotros mismos. Joe Vitale pensó en su familiar diciéndole que no le gustaba su música, que no era su fan y se preguntó a sí mismo “¿Creo yo esto acerca de mi propia música? ¿Acaso en secreto me desagrado como músico?”
Se dio cuenta de que en realidad, aunque le costara admitirlo, había una parte dentro de él muy crítica con su forma de cantar y componer, una parte de él coincidía con la crítica de este familiar suyo. Su familiar le había puesto voz a lo que él realmente sentía. Era en muchos aspectos lo que él realmente pensaba, por eso le había dolido tanto.
Es mucho más fácil culpar al oponente pero así es como funciona el verdadero Hooponopono: No hay que mirar al exterior porque todo está dentro, en nuestro interior.
Joe Vitale se sintió inspirado por esta situación, porque muchas veces sufrimos por algo que alguien nos ha dicho y nos ha herido y para ello creó está hermosa oración de su propia inspiración:
“Siento que algunos aspectos de mi ser o mi programación o mi linaje desencadenaron esta opinión de mi o de mi música (o cualquier otro problema). Siento haber reaccionado exageradamente y haber olvidado mi paz. Siento que mi programación inconsciente provocara que mi familiar reaccionara con dureza.
Por favor, perdóname por juzgar a mi familiar por ser insensible. Por favor, perdóname por tener esta sensibilidad a la crítica dentro de mi. Por favor, perdona a mis antepasados por lo que fuera que hicieran o pensaran que hizo que ese sistema de creencias llegara a mi interior hoy. Por favor, perdóname por ser ajeno a mis pensamientos internos.
Gracias por traer esta convicción y estos datos a mi atención. Gracias por escuchar mi súplica para borrar esta fecha de mi mente y de todas las mentes. Gracias por ayudarme a agradecer a mi familiar que me diera esta oportunidad para limpiar, purificar y liberarme. Gracias por recordarme el amor que hay bajo toda la oscuridad.
Te quiero, quiero a mi familiar, me quiero a mí mismo, quiero a mis antepasados y quiero a lo Divino por borrar todas las limitaciones internas y los datos de modo que pueda estar aquí y ahora para experimentar el milagro de este milagro y el milagro del amor. Te quiero, te quiero, te quiero.
Recita esta plegaria hooponopono de Joe Vitale en voz alta, sabrás que has sanado esa herida, que has borrado ese programa y que has cortado esa cuerda aka cuando ya no recuerdes lo que ha dicho ese familiar de ti, el evento del que te quejabas desaparece y apenas puedes recordarlo y si lo haces, lo haces sin emociones al respecto.
Ese es el milagro del Hooponopono.